Culturas árabes
Puesto que el clima favorecía el crecimiento del cáñamo
y el Islam alentaba sus uso frente al alcohol, en el mundo
árabe y en Oriente Próximo el cannabis se convirtió
para muchos en el intoxicante preferido.
Esta predilección
por el hachís y el cannabis era ya muy antigua en tiempos
del Profeta, que explica por qué el alcohol estaba
explícitamente prohibido a los fieles y el hachís
era tema de disputa teológica. Alrededor del 950 d.C.
el uso y el abuso del hachís se difundió lo
suficiente como para ocupar una posición destacada
en la literatura del período.
Un prefecto compendio
de las actitudes de la sociedad dominante hacia el cannabis
se aprecia en lo que sigue, una de las primeras descripciones
que poseemos de un comportamiento adictivo de la planta:
"Un sacerdote musulmán que estaba sermoneando
en la mezquita contra el uso del "beng", una planta
cuya cualidad principal es intoxicar en inducir sueño,
se dejó llevar a tal extremo por la violencia de su
exhortación que un papel que contenía un poco
de la prohibida droga que a veces lo tenía esclavizado
cayó de su pecho frente a la audiencia. El sacerdote,
sin perder la compostura, gritó de inmediato: "Aquí
está el enemigo, el demonio del que os he hablado la
fuerza de mis palabras lo ha hecho volar, vigilad que al abandonarme
no se introduzca en ninguno de vosotros y lo posea".
Nadie se atrevió a tocarlo; tras el sermón,
el celoso sofista recuperó su "beng".
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